jueves, 19 de mayo de 2011

Exercise five.


Mayo.

Vaya, me salté Abril.
Tenía un borrador que hice una noche entre semana, en las que no puedo estar ebrio o realizando alguna actividad erótico-festiva de esas que me gustan, pero quedó en el olvido, quizás la use el Abril que viene para no esforzarme en desmesura.

He vuelto a escribir gracias a una pequeña amiga que me ha pedido que lo haga, tengo millones de páginas escritas, con relatos, poemas, banalidades y pensamientos burdos, pero que no quiero publicar aquí por si algún día algún editor tiene la amabilidad de publicármelas dentro de dos tapas, una con una buena portada, alguna parte femina y otra con una foto de mi cara y una descripción satisfactoria.

Que os voy a contar de Mayo, con tanto sol y tanto calor me da pereza ser pesimista, la verdad, y eso que es mi mirada preferida de la vida.
Hay sol, hay calor (que no me gusta), pero joder, hay piernas, hay muslos, hay escotes, las cervezas saben mejor, los hielos le sientan mejor al whisky y puedo echarme un cigarro sin helarme las manos.

Quizás me guste caminar por la calle con un paragüas sobre mi cabeza, viendo a las gentes corriendo intentando resguardarse de la lluvia y del frío, pero supongo que el calor y el buen tiempo no me sentará del todo mal, hasta el próximo octubre más o menos.

Celebraré y brindaré por las chicas bonitas que han esperado todos estos meses de frío insoportable para salir a las calles con sus mejores vestidos de colores llamativos para arrancar las miradas de los hombres que llevan esperando tanto tiempo para ver esas instantáneas tan inalcanzables.

Esperaré al mal tiempo, a los peores tiempos, a los tiempos en los que la sociedad me saca mi visión más visceral de todo esto que nos rodea, sentado en una terraza con una jarra de cerveza en la mano.

Así que esperar una versión light de todo esto hasta que empecéis a ver caer las primeras gotas de agua de otoño, mientras tanto intentaré ser amable, disfrazar la sociedad del país de mierda en el que vivimos, e intentar no amargaros la existencia.

No os aburriré más, queridos lectores, aquí os saluda Willy Chinaski versión buen tiempo, esperad buenas (o disfrazadas) noticias y que sepáis que sigo vivo.

Por cierto, es un placer ver que cada entrada que pasa me lee alguien más, teniendo en cuenta que este blog empezó como una especie de diario privado para escribir unos pensamientos de un amor truncado.

Ahora que me acuerdo, hablando de la historia que me incitó a abrir este cada vez más desviado blog, la protagonista de las primeras historias aquí presentes me pidió recientemente que eliminara una entrada en la que venía su nombre completo, ya que una vez su madre buscó su nombre en el buscador que todos usáis y le apareció mi blog, leyó algunas cosas y su veredicto fue que el creador de dicho blog estaba tarado.

Que satisfacción me dará saber que esta madre llegará algún día a su trabajo proclamando con mucho orgullo que su hija es la antagonista de una novela que ha salido al mercado.
Mucha más satisfacción me dará que mi libro (con mi cara en la contraportada, recordad) decorará su mesa de noche.
Y más satisfacción me dará que un día me pida que la firme el libro, alegando que una vez me llevó en coché a no sé que mierda de sitio.

Con mucho gusto, este libro va dedicado para la madre de Brigitte, del tarado que la quiso una vez.

martes, 15 de marzo de 2011

Exercise four.


Marzo.

Hola de nuevo, vuelven las manos jóvenes a tocar viejas teclas.
Antes de empezar con mi poco ortodoxo análisis de toda la mierda que ahí fuera, me gustaría nombrar a un par de féminas, Andrea y Eva, que se han convertido en seguidoras de este mensual tablón de pensamientos banales, desde aquí brindo su (buen) gusto, espero conoceros algún día.

Marzo ya, es increíble como pasa el tiempo, hace nada estaba cagándome encima y comiendo papilla, hace un poco menos estaba dibujando letras en el colegio y hace poco menos estaba comenzando a escribir.
Ahora me encuentro con que empiezan a venir los días cálidos, las futuras tardes de tumbarse en el césped y ver la vida pasar.
El tiempo pasa y la puta vida no para ni un segundo, dentro de nada seré un puto octogenario sentado en un sofá viendo como me crece la barriga y viviendo de la seguridad social.
Mierda, esa idea no me mola un pelo, me encantaría ser una especie de Hugh Hefner, viviendo en una bonita mansión rodeado de muchachitas jóvenes que están dispuestas a practicar sexo con alguien que vive a base de viagra, para más tarde cuando éste (yo) la palme y puedan arañar algo de mi acaudalada fortuna.

Antes de que lleguen esos temidos días de descoordinación cerebral, me dedico a beber, a la poesía, al Marlboro, a la almohada, a la música y a los dolores de cabeza.
Jodida vida llevas, diría algún lector.
Señor, usted puede padecer una cirrosis etílica y un cáncer pulmonar, diría algún matasanos.
Disculpe señor Galdeano, es conveniente que ingrese en un manicomio, diría algun psiquiatra.

Puede ser, pero realmente, prefiero darle por culo a la vida que al revés, no es conveniente en esta sociedad estar con el culo envaselinado día sí día también, ya habrá tiempo para que la vida te dé por culo cuando te mueras, mientras tanto no actúes como un muerto.

Caras largas por la mañana, caras largas por la tarde y caras largas por la noche, eso me encuentro todos los días, la sociedad es jodidamente deprimente.

Salir ahí fuera, bailar un vals con la muerte.

Quizás debería escribir aquí más, deleitaros con las cosas que tengo escritas, quizás debería cambiar la dirección de esta página, quizás debería llevar una vida sana o quizás debí seguir escribiendo acerca de ella.

Quien sabe, mientras tanto seguiré dando por culo a la muerte y vosotros no me déis por culo a mi, que tengo el orificio más cerrado.

lunes, 14 de febrero de 2011

Exercise three.



Febrero.

Me salté Enero, siento una deuda con ese mes, aunque como los demás pasó sin pena ni gloria.
Un mes en el que se alternó el frío con el calor, el invierno con una precipitada primavera, las estufas con las gafas de sol, los escotes con las bufandas...

Ahora afronto los últimos días de Febrero, que también son los últimos días con minoría de edad, con cierto aire de melancolía, ya no podré aprovecharme de mi infinita madurez, ya no podré aprovecharme de que mis acciones queden sin castigo y a partir de muy pocos días seré un ciudadano con todos los derechos y deberes.

En cierto modo, me da igual cumplirlos, quizás no sea nada nuevo, nada va a cambiar por que tenga 18 años, la vida no será más feliz porque en mi DNI ponga que ya puedo ir a la cárcel, que pueda votar o que pueda entrar a un prostíbulo.

Hoy es 14 de Febrero, un día señalado por los grandes almacenes, que se nutren de enamorados clientes para en un día hacer su agosto particular, aprovecharse de necios y estúpidos consumidores que van a las tiendas dispuestos a gastarse una buena tonelada en regalos para sus parejas.

Yo he de admitir que soy un romántico, de los de siempre, un hombre que sabe hacer bien las cosas con la mujer que ama, pero, no hace falta poner un día a los sentimientos de cada uno, cualquier día es bueno para que puedas invitar a tu chica a una buena cena o para que le puedas hacer el amor como se merece.

Y vosotros, fieles admiradores, cómo iba a olvidarme de vosotros...
Yo sin saber de vuestra jodida existencia, yo sin saber si tú te has depilado la vagina o si tu te has vuelto homosexual o si tu eres una emergente estrella porno... Yo sin saber de vuestra maldita e inerte vida y mientras tanto vosotros, queridos lectores, os dedicáis a poner mi nombre en google, os dedicáis a leer mis escritos, mis intimas reflexiones, sin ni siquiera pedir permiso, y profanarlas de mala manera, como si de una prostituta barata se tratase.

A mi, admirados lectores, me trae por el culo lo que pase en vuestras paupérrimas vidas.
Yo abrí este sitio con la única meta de sellar en algún sitio con mis pensamientos, nunca publiqué la dirección, nunca os pedí que pusierais mi nombre en ningún buscador.
Nunca me he metido en vuestra vida, ni quiero, ni me importa un carajo si os , si sois el próximo éxito del verano o si os meten un misil nuclear por el mismísimo recto.
Ni tampoco busco vuestros nombres en ningún sitio, no tengo tiempo para ello, no tengo tiempo siquiera para hacerme una paja al día.

No sé ni quiénes sois, no sé vuestros nombres, ni siquiera me importa.
No sé si tú eres alguien con quien he compartido vomitonas, o si tú eres una chica que me hizo una felación, ni me importa.

Estos escritos, en vez de publicarlos, deberíais guardarlos o venderlos, ya que, si algún día queréis leer algo mío, tendréis que ir a cualquier librería céntrica y pagar por ello.

Así que, preciados hijos de puta, aprovechar ahora, guardar todas estas cosas, simular que habéis tenido una fallida historia de amor, o una buena tarde de sexo, simular incluso que leéis a Bukowski, a Hemingay o a Kerouac, simular también que sois ciudadanos normales y respetables...

Podréis simular que sois un emergente escritor underground, hasta que se me acaben las ganas de que unos subnormales puedan leer lo que yo escribo.

Quizás me moleste que me leáis, quizás no, quizás me guste que paséis todos estos escritos, y que a la gente le empiece a gustar toda esta sangría de aire, palabras y derrota.

Pretendéis dilapidar algo escrito con corazón, con vida, con sentimientos. Me estáis dando publicidad cuando me queréis dar por el culo.

Y todo esto me alegra, que cojones, algún día, sin ninguna pega, podréis pasaros por cualquier librería, comprar una novela mía y yo os la firmaré encantado.

Sin más dilación me despido de vosotros, queridos personajillos, no sin antes deciros que no desperdicies este regalo, ya que puede que algún día el nombre de esta página no sea mi nombre.

(María, gracias por hacer que escriba de vez en cuando).

domingo, 26 de diciembre de 2010

Exercise two.



Diciembre.

Odio la puta navidad.
Odio salir a la calle y ver luces de colores, odio a la gente, odio a la gente con gorros de subnormal en la cabeza, odio los escaparates, odio a las estampidas de gente comprando cosas en las calles céntricas, odio las tiendas, odio las figuritas navideñas, odio las escenas navideñas, odio los villancicos, odio los árboles de navidad pequeños, los medianos, los grandes y los gigantes, odio las decoraciones navideñas, los balcones de las casas que parecen prostíbulos, odio a la gente que se disfraza de papá noel, de rey mago o de estúpido reno.

Odio poner la televisión y ver anuncios de turrones, odio ver anuncios de niños subnormales con voces de pito, odio los anuncios de juguetes, odio los anuncios de cava, de sidra o de semen embotellado, odio las películas navideñas, odio que cualquier programa de televisión me desee una feliz navidad cuando no les importa un carajo.

Odio las cenas navideñas, odio los menús navideños, odio los polvorones, odio que la gente me felicite la navidad, odio los malditos christmas y más los que llevan villancico incorporado cuando los abres, te odio a ti en navidad, y a ti, y a ti, y a ti.

Maldita navidad y maldito espíritu navideño, no puedo escribir con tanta mierda en la sociedad, no puedo siquiera dormir y menos mantenerme sobrio más de la mitad del día.

Estos días me matan, no se pueden andar tranquilamente por la calle sin que te aborde alguna mierda navideña, algún papá noel borracho, te destelle alguna luz, te taladre el oído algún asqueroso villancico.

Es lo malo de diciembre, toda esta vorágine de estupidez que inunda a la gente, esa gente que se nutre de una felicidad comercial para no pensar en todo los problemas que tienen, usan todas estas cosas, comprar, comer, cantar, bailar, celebrar... para evadirse de su asquerosa e inexistente vida.

Y yo brindo por ellos, cada uno escapa a sus problemas como puede y quiere, yo escribo, agujereo
mis pulmones y taladro mi hígado y otros... otros se vuelven subnormales.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Exercise one.



Hace poco llegué a una conclusión, una conclusión para cambiar y dejar atrás el álter ego que está escribiendo continuamente acerca de Brigitte.
Quizás esa persona (no tan) anónima no se merezca mis escritos o tal vez si se los merezca, pero no los reciba de una manera que los recibiría cualquier otra mujer.
Realmente he decidido centrarme en publicar otro tipo de escritos con una percepción más allá de lo meramente amoroso.
Tu no deberías ser la razón por la cual escribo, deberías ser una simple variable rodeada de otras miles en las que mis relatos se centran en todo lo cotidiano.
De vez en cuando te nombraré, ya que ocupas algo de todas las inundaciones, tornados y tormentas que sacuden mi cuerpo a lo largo de la semana, pero no me centraré en ti cada vez que abra este blog pseudo biográfico.

Hace tiempo desaparecí de tu vida, algo que a día de hoy no alcanzo a comprender, dejé de intentarlo hace ya varios meses, por lo que, no debería dedicarte tiempo de mi vida, ni alegrarte de vez en cuando con sentimientos sensorialmente agradables pero vacíos para tu ser.
Nadie me paga por ello, ni siquiera te has limitado a agradecerme algún que otro escrito que alguna que otra abriría unas piernas sedientas por escucharlo.

Se acabaron por tanto, estos derroches de cultura, estas rebajas de pensamientos, estas degustaciones de productos en los supermercados, no seré yo el que te saque una sonrisa casi malévola una vez al mes viendo como alguien se pudre a costa de tus incursiones en organismos ajenos.

Nadie regala nada, nada en esta vida es gratis, ni siquiera echar un polvo y si nos ponemos meticulosos, ni siquiera es gratis respirar.
Por lo que, no te voy a regalar mis relatos más profundos a cambio de nada, así no se rige la sociedad capitalista en la que vivimos.

Probablemente ya te interesarán menos mis escritos, debido a que tu ya no seas la antagonista de la historia, ahí se demostrará tu egocentrismo y tu egolatría, pero tranquila, que cuando publique mi primera novela, citaré mi adicción e inspiración por tus curvas sensuales, por tus ojos penetrantes y por tu pose drogadicta.

jueves, 14 de octubre de 2010

Heart and soul.


"Existence.. well, what does it matter?
I exist on the best terms I can.
The past is now part of my future.
The present is well out of hand."


Octubre.
Las hojas se empiezan a caer, comienza la lluvia a resbalar por los hombros de mi gabardina, el cigarro se empieza a llenar de pequeñas gotas de agua y el viento huele a humedad.
El suelo empieza a resbalar y todo se vuelve a un color grisáceo, casi en blanco y negro.
No sé si a estas alturas de la película mis zapatos van a estar preparados para un suelo de mármol lleno de agua y de restos de asfalto que llevan consigo tantas calles recorridas.

Quizás tú seas la china en mi zapato que no me deja estar estable ni una sola hora al año, quizás de igual que tenga frío, tenga calor, saque el paraguas o me ponga unas gafas.
Quizás seas imborrable, como una cicatriz.
Quizás seas permanente, como un sentimiento.
Quizás seas un virus, quizás una garrapata.
Quizás, también, me sea imposible borrar todo lo que tengo dentro de mi cabeza o quizás es que no lo quiero borrar, no sabría distinguir una de las dos posibilidades.
Quizás estoy soñando y llegue un día que me despierte y sepa que no te he conocido nunca, para mi sería un alivio enorme saber que nunca has formado parte de mi vida.
Quizás no debí conocerte nunca, aunque ya es bastante tarde para hacer balance de mis acciones o intentar pensar en una vida sin tu existencia.
Quizás seas el vicio más fuerte que tengo.
Quizás seas la peor marca de tabaco del mundo, pero la más cara.
Quizás seas la droga de mayor adicción creada nunca.
Quizás seas una expectativa que iría pareja con la realidad.
Quizás seas una invención de un ser poderoso para hacerme pagar un mal que cometí en otra vida.
Quizás hayas interrumpido tu en mi vida no yo en la tuya.
Quizás me acosen imágenes y pensamientos tuyos, los veo pasar día y noche.
Quizás seas la sombra que veo cada noche por mi ventana.
Quizás seas ese cuadro de Roy Lichtenstein que tengo colgado en la pared.
Quizás controles mi vida.
Quizás seas la dueña de mi futuro.
Quizás.. aún me recuerdes.

Ojalá nuestras vidas estuviesen vinculadas entre sí por piedad natural.
Estoy pagando caros mis errores del pasado, nunca pensé que una equivocación en mi vida hace un año haría que me sintiera como me siento.
¿Es todo tan inútil al final?
¿Hay algo más aparte de toda este circulo vicioso de mierda?
He pensando en ti constantemente, intentando racionalizar y dar sentido a nuestra pasada situación, recordando todos y cada uno de los días que compartimos.
Pero no llego a ninguna conclusión a corto plazo y todo esto me acabará matando por dentro, como si una bomba llegue a explotar dentro de mi algún día.

Aunque algunas cosas se escapan a mi comprensión, se que te quiero y que te querré siempre.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Summer ends.


Septiembre, otra vez.
Todo el maldito año esperando a que llegue junio y luego el verano dura lo mismo que una eyaculación o una estrella fugaz, es decir, unos segundos.
Me entran nauseas al pensar todo lo que queda para volver a disfrutar del buen tiempo y de un merecido descanso.

Volviendo al monótono tema blogístico, he de decir que la razón principal por la cual escribo en este blog, se ha percatado de la existencia de diferentes entradas influenciadas por ella.

Realmente mi ambición no era que ella llegase a leer todos estos sentimientos abstractos algún día, tan sólo quería plasmar en algún sitio lo que me pasa por la cabeza a altas horas de la noche y en momentos en los que mi cerebro funciona mucho más rápido de lo normal.

El otro día vi a esta chica (llamémosla Brigitte) cuando quedé con dos amigos.
Realmente me causó... mierda... no sabría ni como expresarlo.
Joder, no duré ni 3 minutos a menos de 10 metros de ella, fue realmente violento.

Durante un par de semanas logré abstraerla de mi mente, conseguí no acordarme todos los días de ella, pero últimamente todo el puto mundo me habla de ella.

Pongo la tele y apareces en una tertulia hablando de no sé qué pollas. Pongo la radio, y ahí estás pidiendo al locutor una canción. Voy al chino a comprar una barra de pan y ahí estás tu entre los pasillos. Abro la nevera y ahí estás acurrucada con esa sonrisa que es más grande que tú.

Espero que algún día pueda andar tranquilo por mi casa sin tener el miedo de abrir el armario y que estés ahí escondida.

Sigues construyéndote tu magnífica mansión de Beverly Hills en mi maldita azotea y yo sin percatarme de nada de ello, ni siquiera te he dejado poner un ladrillo y ya me encuentro con una parcela de 1050 m2.

Y yo aquí sigo perdiendo la vida y el tiempo y tú... tu sigues viviendo de gratis en mi cabeza y sin pedir permiso.